martes, 13 de enero de 2009

Gracias mi princesita azul!


Una brisa de esperanza
rozó mi mano ese día.
Una calida sensación
alrededor de mi brazo.

una semilla que empezaba a germinar
en ese momento recibió la vida,
recibió la luz y el calor
de un fino haz de luz que se filtro
por entre las nubes que cubrian todo

Así logró nacer esto tan hermoso
esto por lo que me siento tan feliz
y que día a día cuido.
que día a día admiro
como cuando lo vi aparacer.

Es grandioso ver como crece
como sus raices se hacen más fuertes
como se fortalece su tronco
y crece su frondosa copa.
Esa copa que nos abriga a ambos.

Es más que un simple sentimiento
es algo que nos une de verdad
que permite a nuestras almas
verse, hablarse y hasta acariciarse.

Te amo!


Pablo Mendoza
11/01/09

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